Moderada por la senadora provincial Amira Curi, quien destacó "la firme voluntad de los y las legisladoras de sacar una ley que atienda el flagelo de la ludopatía", la charla abordó un tema sobre el que ya existen varios proyectos en comisión. El evento contó con la participación de los diputados Rubén Eslaiman, Ariel Archanco, Juan Martín Malpeli, la senadora Laura Clar, y un público interesado en conocer más sobre la problemática.
Nicolás Cayetano, periodista con una destacada trayectoria, compartió su experiencia sobre cómo la adicción al juego afectó su vida cotidiana y el proceso de recuperación que inició hace siete años. "Cuando uno es apostador se esconde, la soledad es un aliado del jugador", relató, y confesó que debido a su compulsión por el juego, perdió su auto, su departamento y se endeudó profundamente. "Con todo lo que me afectó económicamente, lo más doloroso es lo intangible que perdí: los vínculos, mi cuidado, mi aspecto, crecer en mi trabajo", afirmó.
En su testimonio, Cayetano mencionó que, en los últimos momentos antes de buscar ayuda, "jugaba sobre todo a las apuestas deportivas; era un delirio, jugaba todo el día, todos los días". Al reflexionar sobre su experiencia, subrayó: "Una de las grandes trampas que nos hacemos los adictos es pensar que lo controlamos, que cuando queramos lo dejamos, pero no es así". Enfatizó la importancia de contar con apoyo, ya que "para un familiar es más difícil que con otras adicciones darse cuenta; no tiene los síntomas evidentes del alcohol o las drogas". Añadió que "a partir de contarlo es de donde nace mi recuperación".
Finalmente, ante las preguntas del público, Cayetano ofreció recomendaciones para detectar signos de adicción al juego en niños y adolescentes, especialmente en aquellos afectados por el juego online. Mencionó conductas como deudas de dinero, aislamiento constante con el celular, secretismo sobre sus actividades, alejamiento social y el abandono de actividades que antes disfrutaban. "Siempre abrir un canal de diálogo", recomendó, subrayando la necesidad de hablar abiertamente del problema para iniciar el camino de la recuperación.